Se trata de una iniciativa que ha sido enunciada en el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012-2016 y acordada federalmente.En esta oportunidad, la lectura, en sentido amplio, es la actividad convocante para generar un diálogo que profundice los vínculos entre los participantes de la jornada. Vínculos que, como todos reconocemos, son la condición necesaria para el buen desarrollo de la vida escolar de nuestros estudiantes.A lo largo de la historia, la escuela y la familia han forjado una poderosa alianza que contribuyó a sostener la escolaridad de niños, niñas y jóvenes. Los cambios y las transformaciones socioculturales con las que entramos al siglo XXI nos muestran la necesidad de darle continuidad a ese vínculo y renovarlo a diario.
Una expresión repetida de este tiempo lo expresa con claridad: “la escuela puede, pero no puede sola”. Contar con el acompañamiento de familiares, instituciones comunitarias y organizaciones de la sociedad civil resulta vital para fortalecer las trayectorias escolares y educativas.
Estas jornadas tienen el firme propósito de renovar el encuentro por una educación inclusiva, justa y democrática, por una escuela que aloje a todos y todas, por una escuela abierta al diálogo, que potencie el desarrollo de los estudiantes al brindar la mejor propuesta de enseñanza.
Una expresión repetida de este tiempo lo expresa con claridad: “la escuela puede, pero no puede sola”. Contar con el acompañamiento de familiares, instituciones comunitarias y organizaciones de la sociedad civil resulta vital para fortalecer las trayectorias escolares y educativas.
Estas jornadas tienen el firme propósito de renovar el encuentro por una educación inclusiva, justa y democrática, por una escuela que aloje a todos y todas, por una escuela abierta al diálogo, que potencie el desarrollo de los estudiantes al brindar la mejor propuesta de enseñanza.